Pueblos Blancos

Los Pueblos Blancos están ubicados en la Sierra de Cádiz, una de las seis comarcas en las que se divide la provincia gaditana, que posee una extensión total de 1.949 km2. Ocupa la zona nororiental, siendo el extremo más occidental de las Cordilleras Subbéticas, y su extensión coincide en buena parte con el Parque Natural de la Sierra de Grazalema y con el Parque Natural de los Alcornocales.

La Comarca limita al suroeste con la Campiña de Jerez, al sureste con la Serranía de Ronda (Málaga), al noroeste con la comarca de las Marismas del Bajo Guadalquivir (Sevilla) y al noreste con la Sierra Sur de Sevilla.

El Parque Natural Sierra de Grazalema es considerado uno de los mayores tesoros naturales en Andalucía por su amplia variedad botánica y faunística. Además, es hogar de una especie endémica de conífera, el pinsapar, que ocupa más de 400 hectáreas. En su zona más septentrional tiene su nacimiento el río Guadalete, que discurre por varios municipios serranos y deja a su paso dos afluentes, el río Majaceite y el Guadalporcún.

El Parque Natural de Los Alcornocales constituye el otro entorno en los que se localizan los Pueblos Blancos, además de uno de los más grandes de la Península. Considerado como cuna de culturas milenarias y lugar de asentamiento de diferentes civilizaciones, su espacio es ocupado casi en su totalidad por bosques autóctonos mediterráneos, destacando la producción de corcho en la zona.

En cuanto a la climatología, la distancia respecto al mar y la altitud a la que se encuentra la Comarca hace que la zona prácticamente posea un microclima propio. Las temperaturas difieren de la tónica del resto de la comunidad autónoma, siendo más bajas y hasta pudiendo encontrarse nieve durante el invierno en las zonas más elevadas. Destaca la alta pluviosidad, siendo la localidad de Grazalema el punto donde más precipitaciones se registran y uno de los municipios más lluviosos de España.

Los entornos naturales dan cobijo a una enorme diversidad de flora. Alcornocales, encinas, sauces, fresnos, olivos y fresnos habitan junto al famoso pinsapo endémico. Los Parques Naturales también suponen el hábitat de aves rapaces, muchas de ellas calificadas como especies protegidas. El buitre leonado, el águila imperial y real o el búho real son solo una pequeña muestra de la variedad faunística de la serranía gaditana.

La riqueza paisajística, derivada de las particularidades climáticas y geográficas de la zona, hacen del turismo rural uno de los motores económicos de los Pueblos Blancos. Sin embargo, estas peculiaridades también han otorgado a la Sierra de Cádiz un lugar privilegiado para el desarrollo de la ganadería y la agricultura.