Iglesia Parroquial de Santa María de Guadalupe
Construida entre 1762 y 1763, posee tallas en su interior con un valor cultural importante. El nombre de la basílica le viene dado por la patrona de la villa, que además se encuentra representada en un retablo mayor de estilo neoclásico. Su fachada blanca, que sigue el estilo arquitectónico de los Pueblos Blancos, se complementa con elementos neoclásicos y barrocos en consonancia con la estructura propia de las ermitas rurales de la Sierra